El cirujano plástico explica por qué este procedimiento, originalmente médico, se ha vuelto popular por sus efectos estéticos
En los últimos meses, diversas imágenes difundidas en redes sociales han mostrado los cambios faciales que pueden ocurrir después de aplicar toxina botulínica en los músculos maseteros, técnica utilizada originalmente para tratar el bruxismo. Aunque el procedimiento tiene un fin médico, al reducir la tensión mandibular y evitar el desgaste dental, cada vez más personas buscan esta intervención por los efectos estéticos que produce en la parte inferior del rostro.
Cómo modifica el rostro el bótox para bruxismo
El bruxismo provoca que los músculos maseteros trabajen en exceso y, con el tiempo, se hipertrofien, generando una mandíbula más ancha y rasgos más cuadrados. De acuerdo con el cirujano plástico Dr. David Roland De Rungs Brown, cuando se aplica toxina botulínica en puntos específicos del masetero, el músculo comienza a relajarse y puede disminuir su volumen gradualmente.
Entre los cambios más comunes se observan:
- Un contorno mandibular más estilizado y definido.
- Reducción del ancho facial.
- Una apariencia más suave por la disminución de la tensión muscular.
- Mejoría funcional, como menos dolor al masticar y reducción del rechinamiento nocturno.
Los primeros resultados suelen aparecer entre dos y cuatro semanas después de la aplicación, mientras que la reducción más notable del tamaño muscular se presenta hacia los dos o tres meses.
El Dr. De Rungs Brown, cirujano plástico, estético y reconstructivo y médico del Centro Médico ABC, subraya que el procedimiento requiere precisión técnica. Una aplicación incorrecta puede afectar la mordida, generar debilidad excesiva al masticar o alterar la simetría facial.
Formado como Médico Cirujano en la Universidad Anáhuac y especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Dr. De Rungs Brown señala que la evaluación previa es determinante. Cada paciente presenta una fuerza muscular distinta, así como una anatomía facial única, por lo que la dosis y los puntos de aplicación deben individualizarse.
Según el especialista, un enfoque profesional permite atender el bruxismo sin comprometer la funcionalidad, al mismo tiempo que se cuida el impacto estético del tratamiento.
Disponibilidad del tratamiento en la Ciudad de México
En la Ciudad de México, el Dr. David De Rungs Brown es uno de los profesionales con formación completa en la aplicación de toxina botulínica en maseteros. El especialista realiza valoraciones individualizadas para determinar las dosis adecuadas y los puntos estratégicos de aplicación, con el objetivo de garantizar seguridad y resultados acordes con la anatomía del paciente.
De acuerdo con el cirujano plástico, acudir con un profesional certificado ofrece una evaluación integral del rostro, un análisis funcional del bruxismo y una aplicación segura, personalizada y estéticamente armónica.