Datos sobre homicidios en México
Al dar a conocer el informe quincenal sobre la situación de seguridad, Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, informó que durante el mes de noviembre de 2024 se registraron 2,456 homicidios, lo que representa un promedio diario de 82 personas asesinadas. Para los primeros 16 días de diciembre, los datos preliminares indican una ligera mejora, con un promedio diario de 68.1 homicidios.
Tendencia a la baja en los homicidios
A pesar de que las cifras siguen siendo alarmantes, el informe destacó que, en comparación con años anteriores, los homicidios continúan registrando una tendencia a la baja. En 2018, se reportaron 100.5 asesinatos diarios; en 2019, 100.4; en 2020, 100.5; en 2021, 97.8; en 2022, 91.2, y en 2023, 88.4. Esta reducción, aunque moderada, sugiere que las políticas de seguridad implementadas podrían estar comenzando a mostrar ciertos resultados, aunque aún persisten retos significativos.
El esfuerzo por reducir la violencia en el país
Figueroa también enfatizó que la reducción en los homicidios refleja los esfuerzos por parte de las autoridades en la implementación de estrategias de seguridad y el fortalecimiento de las fuerzas de seguridad públicas en distintas regiones del país. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno y la creación de programas orientados a la prevención de la violencia son factores clave en esta disminución.
Desafíos y áreas de mejora
Sin embargo, las autoridades reconocen que el reto sigue siendo grande, especialmente en ciertas regiones del país donde la violencia sigue siendo alta. Las autoridades locales continúan luchando contra grupos delictivos que operan en áreas específicas, lo que requiere de una mayor cooperación y estrategias más focalizadas para reducir los índices de criminalidad.
Compromiso con la seguridad a largo plazo
El gobierno de México ha manifestado su compromiso con la reducción de la violencia a largo plazo, enfocándose en políticas integrales que no solo combatan la delincuencia, sino que también promuevan la justicia social, el fortalecimiento de la infraestructura de seguridad y el bienestar de las comunidades más afectadas. Se espera que, en los próximos meses, la tendencia continúe a la baja y que la seguridad pública se convierta en uno de los pilares fundamentales de las políticas gubernamentales.