Un regreso histórico a Notre Dame
La Corona de espinas, una banda circular de ramas protegida en un tubo dorado, volverá a su hogar histórico este viernes en una ceremonia presidida por el arzobispo de París. El acto contará con la presencia de caballeros y damas de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro, en un momento solemne y simbólico para la comunidad cristiana y los fieles de todo el mundo.
Historia de una reliquia sagrada
La reliquia fue mencionada por primera vez por peregrinos de Jerusalén en el siglo V, antes de ser trasladada a Constantinopla en el siglo X. Más tarde, en el siglo XIII, el rey Luis IX de Francia la adquirió y la llevó a París, donde se convirtió en uno de los tesoros más importantes de la catedral de Notre Dame. Su presencia en la iglesia ha sido un símbolo de fe y devoción por siglos.
El rescate de la Corona durante el incendio de 2019
Durante el incendio que destruyó gran parte del techo de la catedral en abril de 2019, la Corona de espinas fue salvada gracias a los esfuerzos heroicos de los bomberos y el personal de la iglesia. Desde entonces, la reliquia ha estado resguardada en un lugar seguro mientras avanzaban las labores de restauración del templo.
Un símbolo de esperanza y reconstrucción
El regreso de la Corona no solo representa un momento significativo para Notre Dame, sino también un símbolo de resiliencia y unidad para los fieles y para Francia. Este evento coincide con los esfuerzos finales para reabrir la catedral al público, programados para 2024, tras años de reconstrucción y conservación.
Camino hacia la restauración completa
El regreso de la Corona de espinas es un recordatorio del valor histórico y espiritual de Notre Dame. La catedral, que ha sido testigo de siglos de historia, se prepara para recibir nuevamente a millones de visitantes, recuperando su lugar como uno de los templos más emblemáticos del mundo.