En el campo de la medicina estética, cada vez son más las personas que buscan soluciones para combatir los signos del envejecimiento sin necesidad de pasar por el quirófano. En este contexto, el reconocido cirujano estético Dr. David De Rungs expone dos de las alternativas más populares y efectivas para el rejuvenecimiento facial: la toxina botulínica y el ácido hialurónico. Ambos procedimientos ofrecen resultados notables sin los riesgos y tiempos de recuperación asociados a la cirugía invasiva.
Toxina botulínica: el aliado para el tercio superior de la cara
La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox, es uno de los procedimientos más solicitados para tratar las arrugas del tercio superior de la cara. El Dr. De Rungs señala que este tratamiento no solo ayuda a reducir arrugas y líneas de expresión, sino que también tiene un efecto preventivo al retrasar el envejecimiento y darle luminosidad a la piel. Al suavizar las arrugas superficiales, evita que estas se profundicen, dejando una apariencia más fresca y descansada. Es ideal para quienes desean rejuvenecer sin recurrir a una cirugía, ya que el proceso es rápido y no requiere tiempo de inactividad.
Ácido hialurónico: hidratación y volumen para una piel radiante
Por otro lado, el ácido hialurónico se destaca como otra opción muy popular para el rejuvenecimiento facial, ya que no solo proporciona volumen a las áreas que lo requieren, sino que también ofrece luminosidad e hidratación a toda la cara. El Dr. De Rungs explica que este tratamiento se puede aplicar en diversas zonas del rostro, incluyendo las ojeras, surcos nasogenianos, líneas de marioneta, pómulos y labios. Además de devolverle al rostro un aspecto más juvenil, el ácido hialurónico también actúa como un hidratante natural, restaurando la suavidad y elasticidad de la piel.
Resaltando los pómulos y más con ácido hialurónico
Uno de los usos más destacados del ácido hialurónico es su capacidad para resaltar las prominencias óseas, especialmente los pómulos, dándoles una mayor definición y contorno. Este procedimiento es perfecto para quienes desean mejorar la estructura de su rostro de manera sutil pero efectiva, sin recurrir a procedimientos invasivos. La aplicación de ácido hialurónico en estos puntos clave puede ofrecer un rejuvenecimiento global que armoniza el rostro y destaca sus características de forma natural.
El Dr. David De Rungs enfatiza que estas alternativas no quirúrgicas son perfectas para aquellos que buscan mejorar su apariencia sin los riesgos y tiempos de recuperación de la cirugía estética tradicional. Además, los resultados son visibles rápidamente y, en muchos casos, pueden durar varios meses, lo que las convierte en opciones atractivas para quienes desean verse y sentirse más jóvenes de manera rápida y sin complicaciones.
Con estos tratamientos, los avances en la medicina estética permiten que cada vez más personas puedan lograr un rejuvenecimiento facial de forma segura, efectiva y no invasiva, manteniendo una apariencia natural y fresca, ideal para quienes desean rejuvenecer sin someterse a un procedimiento quirúrgico.