Los mandatarios de Estados Unidos, Reino Unido y Australia dieron los por menores de su pacto estratégico, bautizado como Aukus, acrónimo de las tres naciones, que pretende defender los intereses compartidos de las tres potencias en la región del Indopacífico.
Dentro del pacto, se contempla crear una nueva flota de submarinos de propulsión nuclear, con el objetivo de contrarrestar la presencia de China en dicha región, por su parte, el gigante asiático ha denunciado que la alianza amenaza con dañar la paz regional y acelerar la carrera armamentista.
Por su parte, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, aseguró que "La invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia, la creciente asertividad de China, el comportamiento desestabilizador de Irán y Corea del Norte, todos amenazan con crear un mundo definido por el peligro, el desorden y la división".
Este pacto beneficiaría militarmente a Australia, ya que tendrá acceso a la tecnología de propulsión nuclear, considerada la más avanzada en el mundo, con ello aumentará su capacidad de realizar ataques de largo alcance contra enemigos potenciales.