El presidente electo de Estado Unidos afirmó que el gobierno mexicano está permitiendo que millones de personas y drogas crucen la frontera hacia territorio estadounidenseEn una conferencia de prensa celebrada en su club privado de Mar-a-Lago, el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, calificó a México como un lugar peligroso y acusó a su gobierno de estar esencialmente gobernado por los cárteles. Estas declaraciones forman parte de la estrategia del magnate y de la ala más conservadora del Partido Republicano para mantener el enfoque en temas como la inmigración, la seguridad fronteriza y la presión sobre los países vecinos, mientras se preparan para asumir el control de la Casa Blanca el próximo 20 de enero.Trump no dudó en vincular la situación de violencia en México con el flujo de inmigrantes indocumentados y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, lo que consideró un fracaso por parte de las autoridades mexicanas para frenar estos fenómenos. México está realmente en apuros, muchos apuros, es un lugar muy peligroso, afirmó el presidente electo ante los medios. Son esencialmente gobernados por los cárteles y no podemos permitir que eso ocurra. Además, insistió en que el gobierno mexicano está permitiendo que millones de personas y una cantidad récord de drogas crucen la frontera hacia territorio estadounidense.En línea con sus habituales amenazas de políticas unilaterales, Trump también reiteró su intención de imponer aranceles muy serios a México y Canadá si no colaboran más estrechamente en la lucha contra la inmigración ilegal y el narcotráfico. Queremos llevarnos bien con todos, pero, saben, se necesita a dos para el tango, destacó, sugiriendo que la cooperación de estos países es esencial para que las relaciones comerciales sigan siendo positivas.Entre las declaraciones más sorprendentes, Trump propuso modificar el nombre del Golfo de México a "Golfo de América", una iniciativa que, según él, tendría un "gran sonido" y sería más apropiada para reflejar el dominio de Estados Unidos en la región. El Golfo de América, qué nombre tan bello. Es apropiado, comentó, sin aclarar si esto era una propuesta formal o una idea más en su tradicional estilo de discursos provocativos. La sugerencia encendió rápidamente las redes sociales, provocando reacciones mixtas entre los usuarios, algunos calificando la idea de nacionalista y otros de irrelevante.La Ley Laken RileyMientras tanto, en Washington, el liderazgo republicano en ambas cámaras del Congreso está trabajando en una serie de proyectos de ley que, según ellos, buscan reforzar el control fronterizo y endurecer las políticas migratorias. Uno de los primeros en avanzar fue la denominada Ley Laken Riley, que autoriza el encarcelamiento de inmigrantes indocumentados que cometen delitos no violentos, con el fin de proceder a su deportación. La ley, nombrada en honor a una mujer asesinada en Georgia por un inmigrante venezolano indocumentado, fue aprobada en la Cámara de Representantes con el apoyo de 218 republicanos y 48 demócratas.Sin embargo, el proyecto de ley ha sido duramente criticado por organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes. El National Immigration Law Center (NILC) calificó la iniciativa de política cínica y denunció que no existe una correlación entre la condición migratoria de una persona y su propensión a cometer delitos. Esta ley no mejora la seguridad pública, sino que atenta contra las protecciones constitucionales y crea una falsa narrativa de criminalidad asociada a la inmigración, afirmaron desde la organización.El proyecto de ley ahora se dirige al Senado, donde se espera su aprobación en los próximos días. La propuesta forma parte de un conjunto de iniciativas que la administración de Trump buscaría implementar rápidamente una vez tome posesión el 20 de enero.El enfoque agresivo de Trump hacia México y la inmigración no es una sorpresa para quienes han seguido su trayectoria política. Durante su mandato anterior, Trump ya adoptó una postura dura contra México, utilizando medidas como la construcción del muro fronterizo y amenazas de sanciones comerciales.Sin embargo, con el regreso a la Casa Blanca, sus declaraciones parecen más orientadas a mantener una narrativa de "enemigos externos" que justifique medidas políticas y económicas que refuercen su agenda interna.