Los detectores de metales fueron originalmente implementados tras la balacera de 2009 en la estación Balderas
A más de una década de su adquisición por 50 millones de pesos, los detectores de metales instalados en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro han dejado de operar, sin que se precise oficialmente desde cuándo ocurrió su retiro. Originalmente implementados tras la balacera de 2009 en la estación Balderas, estos dispositivos tenían como objetivo reforzar la seguridad y proteger a los usuarios del transporte.
El STC reconoció que estos equipos dejaron de utilizarse desde hace varias administraciones, aunque no ofreció una fecha concreta. Añadió que los detectores ya no forman parte de las estrategias de seguridad del sistema desde hace mucho tiempo.
Sin embargo, en la página oficial del Metro aún se describe el uso de estos aparatos como parte del apoyo a los cuerpos de seguridad. El texto señala: El detector de metales es un auxiliar en el trabajo de los cuerpos de seguridad que operan de forma permanente en el Sistema de Transporte Colectivo, lo que podría generar confusión entre los usuarios sobre su estado actual.
Diversos pasajeros manifestaron su preocupación ante la desaparición de estos dispositivos. Nancy, trabajadora y usuaria frecuente del Metro, opinó que deberían reinstalarse, incluso en otros medios como el Metrobús, para fortalecer la percepción de seguridad. Fue una buena medida y debería retomarse. Así me sentiría más segura, afirmó. Por su parte, Luis, otro usuario, señaló que estos aparatos eran útiles para detectar armas u objetos peligrosos y que no debieron dejar de utilizarse.
Actualmente, el STC ha adoptado nuevas estrategias de vigilancia. Desde mayo pasado se implementó el operativo Quetzalcóatl, que contempla la presencia de 5,800 elementos de seguridad en diferentes puntos del Metro, como torniquetes, pasillos de correspondencia, andenes y vagones, especialmente en horarios de alta demanda. Esta estrategia es ejecutada en conjunto con las policías Auxiliar y Bancaria e Industrial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Además, se realizan operativos itinerantes en los accesos, donde se revisan bolsas y mochilas de forma aleatoria, como parte de los esfuerzos para inhibir conductas delictivas dentro del transporte.
Pese a estas acciones, algunos usuarios consideran que los detectores de metales podrían reforzar las medidas existentes y contribuir a la prevención de incidentes. La falta de información oficial sobre su retiro definitivo y el uso actual de los recursos invertidos en su momento continúa generando cuestionamientos.