La designación como organizaciones terroristas transnacionales otorga a las autoridades estadounidenses mayores facultades para aplicar sanciones y medidas severas
El Departamento de Estado de los Estados Unidos ha anunciado la designación de seis cárteles mexicanos de la droga como organizaciones terroristas transnacionales, una medida que ha generado gran atención y preocupación tanto en México como en Estados Unidos.
Los cárteles designados son: el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cárteles Unidos, el Cártel del Noreste, el Cártel del Golfo y la Nueva Familia Michoacana.
En su comunicado, el Departamento de Estado destacó que estos grupos representan un serio riesgo para la seguridad nacional, la política exterior y los intereses económicos de Estados Unidos.
La designación como organizaciones terroristas transnacionales otorga a las autoridades estadounidenses mayores facultades para aplicar sanciones y medidas severas en contra de estas organizaciones, tanto en el ámbito económico como en el judicial.
La designación entrará en vigor el próximo jueves
La designación de los cárteles se produce después de que el presidente Donald Trump emitiera un decreto en enero de 2017, instando a sus funcionarios a evaluar la posibilidad de catalogar a ciertas organizaciones criminales y pandillas trasnacionales como grupos terroristas. A lo largo de su presidencia (2017-2021), Trump consideró esta medida, aunque finalmente la archivó. No obstante, tras asumir el cargo nuevamente, el mandatario reactivó la evaluación, lo que resultó en esta designación.
Además, durante su mandato, Trump ordenó a altos funcionarios preparar el terreno para invocar una ley de 1798, una ley de tiempos de guerra que, en teoría, permitiría la deportación de presuntos miembros de pandillas sin necesidad de audiencias judiciales. Esta medida ha levantado críticas y preocupaciones sobre el debido proceso y los derechos humanos.
Esta designación, que entrará en vigor el próximo jueves tras su publicación en el Registro Federal de Estados Unidos, se suma a una serie de esfuerzos por parte de Estados Unidos para combatir el narcotráfico y la violencia relacionada con las organizaciones criminales.
Sin embargo, la medida también genera incertidumbre sobre sus implicaciones para las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, así como su posible impacto en la lucha contra el crimen organizado en ambos países.
A través de esta medida, Estados Unidos busca afectar las operaciones financieras de estos cárteles, y reforzar sus esfuerzos de colaboración con las autoridades mexicanas para desmantelar estas organizaciones. Sin embargo, la decisión también podría tensar aún más las relaciones entre ambos países, especialmente si las medidas se perciben como una intromisión en los asuntos internos de México.