Los gobiernos europeos han dado el último paso formal para la ratificación del Acuerdo Comercial Multipartes entre la Unión Europea (UE) y Perú, Colombia y Ecuador
A partir de noviembre, todas las disposiciones del pacto, que ya se aplicaba provisionalmente desde hace once años, entrarán en vigor de manera definitiva. Este acuerdo marca un hito en las relaciones comerciales entre la UE y la Comunidad Andina, ofreciendo grandes beneficios tanto en comercio como en inversiones.
Apertura gradual de los mercados
El Acuerdo Comercial Multipartes tiene como principal objetivo la apertura gradual de los mercados entre la UE y los tres países andinos. Desde su implementación provisional en 2012, el acuerdo ha facilitado el acceso a mercados para una variedad de productos y servicios, estimulando las relaciones comerciales bilaterales. Ahora, con la ratificación completa, se asegura un marco estable y de largo plazo que permitirá incrementar aún más el comercio y las inversiones entre ambas regiones.
Sectores clave: comercio e inversiones
Este acuerdo abarca no solo la compraventa de bienes, sino también áreas tan importantes como los servicios, la propiedad intelectual, la contratación pública y la protección de los Derechos Humanos. La diversificación de sectores beneficiados amplía las oportunidades para empresas europeas y andinas, fomentando una mayor integración económica y una colaboración más estrecha en áreas estratégicas para el desarrollo de ambas regiones.
Impacto en la Comunidad Andina
Para los países de la Comunidad Andina, este acuerdo representa una oportunidad para consolidar su posición en el mercado europeo y atraer mayores inversiones extranjeras. Las economías de Perú, Colombia y Ecuador se verán favorecidas por un acceso preferencial a uno de los mercados más grandes y desarrollados del mundo, incentivando el crecimiento económico y la creación de empleos.
Derechos Humanos y sostenibilidad
Un aspecto destacado del acuerdo es su enfoque en la protección de los Derechos Humanos. La UE ha insistido en que el comercio internacional debe ir de la mano con el respeto a los derechos fundamentales y el fomento de prácticas sostenibles. Este acuerdo incluye cláusulas que obligan a los países firmantes a respetar estos principios, garantizando que los beneficios del comercio no se logren a costa de los derechos sociales o del medio ambiente.