El ejército de Estados Unidos lanzó el viernes una ola de bombardeos contra docenas de sitios en Irak y Siria utilizados por milicias respaldadas por Irán y por la Guardia Revolucionaria iraní, en represalia por el ataque con dron que mató a tres soldados estadounidenses en Jordania el fin de semana pasado, dijeron funcionarios.
Los ataques se centraron en más de 85 objetivos en siete lugares, incluidos cuarteles generales de mando y control, centros de inteligencia, cohetes y misiles, almacenes de drones y municiones, y otras instalaciones que estaban conectadas con las milicias o con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaría iraní, que se encarga de la relación de Teherán con las milicias regionales.
Al parecer, los ataques estadounidenses no se dirigieron directamente contra Irán ni contra altos mandos de la Fuerza Quds dentro de sus fronteras, ya que Estados Unidos trata de evitar que el conflicto se agrave aún más. Irán ha negado estar detrás del ataque de Jordania.
No estaba claro cuál sería el impacto de los ataques. Las advertencias de Estados Unidos hechas en los últimos días pueden haber hecho que los combatientes se hayan escondido. Debido a que múltiples grupos operan en diversos lugares de varios países, es poco probable que se produzca un golpe contundente.