A medida que se acerca el final del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, los señalamientos sobre presuntos vínculos con el narcotráfico continúan generando polémica.
En esta ocasión, fue el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien lanzó acusaciones directas contra el mandatario mexicano. A través de una carta enviada al periodista estadounidense Keegan Hamilton, García Luna, quien fue declarado culpable por la justicia de Estados Unidos de colaborar con el Cártel de Sinaloa, afirmó que existen pruebas que involucran a López Obrador en relaciones con líderes del narcotráfico.
En su misiva, García Luna aseguró que es del conocimiento público y está en los registros oficiales de México y EUA los contactos, videos, audios, fotografías, registros de comunicación y gestión entre el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y sus operadores con los líderes del narcotráfico y sus familias. Con estas declaraciones, el exfuncionario señaló directamente al presidente, sugiriendo que hay evidencia documentada que confirmaría la relación entre el gobierno de López Obrador y organizaciones criminales.
Este nuevo giro en las acusaciones contra el presidente añade más tensión al panorama político en México. López Obrador ha sido un crítico feroz de sus predecesores, especialmente de Felipe Calderón y su estrategia militarizada contra el narcotráfico, lo que hace que las declaraciones de García Luna sean particularmente incendiarias. Las acusaciones también llegan en un momento delicado, ya que el presidente se prepara para cerrar su administración y dejar el poder en 2024, mientras enfrenta un escrutinio tanto a nivel nacional como internacional.
La carta de García Luna no especifica los detalles ni la naturaleza de los supuestos contactos entre López Obrador y el narcotráfico, pero su mención de registros oficiales en ambos países sugiere que podría haber pruebas tangibles. Sin embargo, hasta el momento, no se han presentado documentos que respalden estas afirmaciones, lo que deja muchas preguntas sin respuesta.
García Luna, quien fue una figura clave en la lucha contra el narcotráfico durante la presidencia de Felipe Calderón, ha visto su reputación desplomarse tras ser acusado y declarado culpable de recibir sobornos del Cártel de Sinaloa a cambio de permitir que operara sin interferencias. Desde su encarcelamiento en Estados Unidos, ha mantenido su postura de inocencia y ha denunciado que su caso es parte de una conspiración política en su contra.
Este último episodio seguramente reavivará el debate sobre el papel del gobierno actual en la lucha contra el narcotráfico. López Obrador ha defendido una política de "abrazos, no balazos", enfocada en reducir la violencia a través de medidas sociales en lugar de confrontaciones directas con los carteles, una estrategia que ha sido criticada por quienes consideran que ha permitido el fortalecimiento de las organizaciones criminales.
Con el mandato de López Obrador en su recta final, las acusaciones de García Luna podrían intensificar las presiones sobre el gobierno, ya que el tema del narcotráfico sigue siendo una de las mayores preocupaciones de la sociedad mexicana. A medida que se desarrolle este caso, quedará por ver si se presentarán más pruebas que respalden las explosivas declaraciones del exsecretario de Seguridad Pública.